La Península Ibérica ha sido un espacio ideal para que los poblados se asienten, debido al excelente clima y nexo entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, desde tiempos inmemorables. Por ella, han pasado, a lo largo de los años, poblaciones de todo tipo y origen, desde los fenicios, los celtas, los griegos, los romanos, los visigodos, entre otros. Todos ellos han dejado huella en la historia y en la cultura del territorio.
En este artículo, te vamos a hablar del poblado íbero, una civilización que estuvo presente en las costas de Cataluña, varios siglos antes de la llegada del Imperio romano. A lo largo del litoral catalán y parte del interior, localidades como Calafell, Lloret de Mar y Salou todavía conservan algunos restos de lo que fueron estos asentamientos.
Si quieres descubrir la que actualmente se conoce como la Ruta de los Íberos, te recomendamos que te desplaces a la Costa Brava, la Costa Dorada o Barcelona y disfrutes, al máximo, de este entorno histórico aún desconocido. Con los servicios de traslado compartido y servicios de traslado privado, económicos y sostenibles, que ofrece Shuttle2Sun, puedes llegar a tu destino, desde el aeropuerto de Barcelona, puerto de Barcelona, aeropuerto de Reus, aeropuerto de Girona y la estación de tren AVE Camp de Tarragona.
La cultura ibérica
Antes de la romanización, hace ya más de 2.300 años, existieron los pueblos íberos, distribuidos por diferentes puntos de la Cataluña que conocemos en la actualidad, especialmente, en lugares de difícil acceso, para garantizar todo lo posible su seguridad y tener una buena panorámica de los terrenos de alrededor.
Dependiendo de la zona donde se asentaron reciben un nombre diferente, entre los que podemos encontrar, por ejemplo, los cesetanos, que encontramos en el centro del litoral catalán; los ausetanos, que tenían su capital Ausa, en el entorno de la Plana de Vic; y los ceretanos, ubicados en la zona más próxima a los Pirineos.
También, los ilercavones, en los alrededores del Delta del Ebro, al extremo sur de Cataluña; los ilergitos, en la actual provincia de Lérida; y los indigets, en la Costa Brava; además de los lacetanos, en el centro de Cataluña, y layetanos, en el entorno de Barcelona.
Los yacimientos que se conservan en la actualidad te permitirán conocer cómo se distribuían las ciudades, cómo eran sus casas y cómo vivían, en aquella época. Así como descubrir los materiales que utilizaban, cómo hacían la cerámica pintada y las esculturas en piedra, entre muchas otras cuestiones.
Descubre los restos arqueológicos de la Costa Brava
Al noreste del litoral catalán, se esconden varios yacimientos de gran importancia que nos recuerdan el pasado de esta civilización. Una de las localidades más destacadas es Lloret de Mar, en la comarca de La Selva, uno de los primeros municipios, por el sur, después de Blanes, que conforman la Costa Brava.
En esta ciudad, encontrarás dos puntos: Puig de Castellet y el Turó Rodó. El primero de ellos, el Puig de Castellet, ubicado sobre un cerro, es un lugar estratégico debido a su perfecta visión desde la desembocadura del río Tordera hasta la playa de Lloret de Mar. Estuvo habitado durante el siglo III a.C. También sobre un cerro más pequeño, se sitúa el poblado del Turó Rodó, del cual se conservan hasta 7 viviendas, una de las cuales ha sido reconstruida recientemente, utilizando materiales de la época. Aunque no forma parte de la Ruta de los Íberos, también cabe destacar, en la misma localidad de Lloret de Mar, el poblado íbero de Montbarbat, con una superficie de hasta 5.700 m².
Recuerda que con los servicios de traslado compartido y servicios de traslado privado, económicos y sostenibles, que ofrece Shuttle2Sun, puedes llegar a Lloret de Mar, desde el aeropuerto de Barcelona, puerto de Barcelona y aeropuerto de Girona.
La tribu de los indigets edificó otros asentamientos en la Costa Brava, como el del Castell de Palamós, el cual estuvo habitado durante casi tres siglos y destaca por su sorprendente distribución del poblado, sobre la pendiente; el poblado de Sant Sebastià de la Guarda, ubicado a unos 170 metros sobre el nivel del mar, en Palafrugell; y el del Puig de Sant Andreu d’Ullastret, el poblado más grande de toda Cataluña.
Barcelona y su pasado íbero
El entorno de Barcelona contó con diversas tribus que habitaron su costa e interior, desde los layetanos, los cesetanos, los ausetanos y los lacetanos. En el interior del parque de Montjuïc podrás adentrarte en el pasado íbero de la ciudad y del territorio catalán, a través del Museo de Arqueología de Cataluña. Sus instalaciones cuentan con un espacio dedicado a esta civilización autóctona.
Muy cerca de la Ciudad Condal, se encuentra el museo y poblado ibérico layetano de Ca n’Oliver, en Cerdanyola del Vallès, sobre la sierra de Collserola. No te puedes perder visitar su gran extensión y su magnífica exposición con más de 500 objetos recuperados de la época.
Otros de los asentamientos que podemos destacar en la provincia de Barcelona son el poblado de Puig Castellar, en la localidad de Santa Coloma de Gramanet, con una superficie de unos 4.000 m², habitado desde el siglo VI hasta el II a.C.
El yacimiento de La Font de la Canya, en Avinyonet del Penedès, donde se tiene constancia de plantaciones de viñedos; el extenso poblado amurallado ubicado en la montaña de Olèrdola; y el conjunto de Darró, muy cerca del paseo marítimo de Vilanova i la Geltrú, ciudad de la costa del Garraf; entre otros.
La Costa Dorada y su entorno
La Costa Dorada, como el resto del litoral catalán, acogió la presencia de esta civilización autóctona, en las localidades más próximas al mar, como, por ejemplo, Calafell, donde podrás encontrar la Ciudadela ibérica, un gran recinto fortificado que ha sido reconstruido para ofrecer una visión fiel de cómo era antiguamente, hace más de 2.500 años. Este yacimiento se puede visitar, varios días a la semana.
Más al sur, llegarás al municipio de Tivissa, donde se esconde el Castellet de Banyoles, uno de los asentamientos más importantes del territorio catalán y en el cual se descubrió el Tesoro de Tivissa, una exclusiva colección de orfebrería de hasta 17 piezas, desde recipientes hasta joyas, todas ellas elaboradas en plata y plata dorada. También se han encontrado restos arqueológicos en Nulles y en Vinebre, otras dos localidades de la provincia de Tarragona.
No podemos olvidarnos de otro yacimiento importante que podemos encontrar en la capital del turismo de la Costa Dorada, Salou. Se trata del conjunto de La Cella, ubicado en el Racó de Salou, el cual se cree que podría ser la antigua ciudad de Kallipolis, donde estuvieron viviendo íberos, cartagineses y griegos.
Si quieres descubrir el pasado íbero de Cataluña, no puedes perderte todos estos poblados. Con los servicios de traslado compartido y servicios de traslado privado, económicos y sostenibles, que pone a tu disposición Shuttle2Sun, puedes llegar a la Costa Brava, la Costa Dorada y Barcelona, desde el aeropuerto de Barcelona, puerto de Barcelona, aeropuerto de Reus, aeropuerto de Girona y la estación de tren AVE Camp de Tarragona.