Al noreste de la Costa Dorada, bañado por el mar Mediterráneo, se encuentra el municipio turístico de Calafell. Si quieres descubrir una localidad costera, con gran tradición pesquera, una historia milenaria, y playas cristalinas y familiares, no puedes perderte visitar este destino, que tiene una gran oferta para ti, y tu familia y amigos.
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Conoce Calafell y su historia
El origen de Calafell, localidad con una superficie de 20,38 km² y 5 kilómetros lineales e ininterrumpidos de playa, se remonta a 21.000 años atrás. Fue en la prehistoria cuando una pequeña comunidad humana se asentó en la Balma de la Graiera, una cueva de aquella época, para cazar y pescar en el torrente de la Cobertera.
Uno de los monumentos más relevantes de esta localidad que puedes visitar es la Ciudadela Ibérica, fortaleza del siglo VI a. C., situada sobre una pequeña colina de 15 metros de altura, a unos 300 metros de la costa. Este asentamiento perteneció a la tribu ibérica de los Cossetans, y gracias a su localización, tuvo como finalidad controlar la zona y, también, divisar la llegada de barcos de carácter comercial.
Este enclave fue un punto imprescindible para la distribución de productos provenientes de todo el mar Mediterráneo, hacia el interior de la península. Todo su perímetro estaba amurallado, y, en el punto más elevado, se encontraba la casa del caudillo, entre otras edificaciones de diferentes tipos. Sin embargo, esta ciudadela fue derribada como consecuencia de la Segunda Guerra Púnica, en el siglo III a. C. Y, posteriormente, acogió un grupo de colonos romanos, durante poco tiempo.
Este lugar puedes visitarlo si vienes a Calafell, gracias a las visitas guiadas, con las que podrás conocer cómo vivían los íberos, sus construcciones y su cultura.
Además, el municipio cuenta con el yacimiento romano del Vilarenc, del siglo I a. C, que consiste en una villa rectangular, con diversas estancias en su interior. Los restos se encuentran en el paseo de la Unió, entre la playa y el pueblo.
Por otro lado, podrás transportarte a la Edad Media, a través del Castillo de la Santa Cruz, un recinto fortificado documentado, por primera vez, el año 1037, que se encuentra en la colina del núcleo histórico de Calafell y que fue pasando por las manos de diferentes familias nobles, a lo largo de la historia, como la familia Palou, que, a partir del siglo XIV, dotó las murallas de nuevas defensas y reformó el estilo del castillo, convirtiéndolo en un pequeño palacio gótico.
A partir del siglo XVI empezó a deteriorarse, y, en el XVII fue parcialmente destruido, en el marco de la Guerra dels Segadors; hasta convertirse, posteriormente, en un cementerio. A partir de 1982, se inició su excavación arqueológica y su restauración, para poder abrir el recinto a las visitas guiadas.
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Asimismo, en la urbanización de Segur de Calafell, perteneciente al municipio de Calafell, puedes visitar la Iglesia de Sant Miquel, de estilo románico y gótico, que combina elementos de ambas vertientes. Esta urbanización, por aquella época, formaba parte del término del castillo de Cubelles. Inicialmente, fue utilizada como capilla sufragánea de la parroquia de San Cristóbal de Cunit, y, a partir de 1363, pasó a depender de la parroquia de Santa María de Cubelles. En 1936, fue quemada; y, en los años 50, se reformó para ponerla a disposición de las urbanizaciones.
En primera línea de mar, se conservan, también, diversas tiendas de pescadores, originarias de la segunda mitad del siglo XVII. Se trata de construcciones sencillas, construidas con arena de la misma playa.
Entre las más significativas, destaca la Casa Barral, la cual forma parte del legado del poeta barcelonés, Carlos Barral, que vivió en Calafell, desde su infancia, dedicándose a la escritura, a la edición y a la política. Desde 2004, se ha transformado en la Casa Museo, que permite las visitas del público y la realización de diferentes actividades.
También podrás descubrir la antigua Cofradía de Pescadores, edificio de la Edad Contemporánea, que se ha convertido en el centre de interpretación del Calafell pescador, donde podrás aprender cómo vivían los pescadores, sus trabajos y su cultura.
Rutas a pie
Calafell también ofrece un conjunto de rutas que pueden realizarse a pie, como puede ser la de La Cova Foradada, de 6km de longitud; la Ruta por Segur, para conocer su historia medieval; el itinerario La Guerra Civil en Calafell, para descubrir los lugares más significativos de este conflicto bélico; y la ruta para conocer el núcleo de la Playa de Calafell, paseando por el paseo y conociendo las tiendas de pescadores que se conservan.
Las playas
Durante tu estancia en Calafell, no puedes perderte ninguna de las tres playas que conforman el litoral de Calafell. Por un lado, la playa de Calafell, tal y como indica su nombre, que coincide con el núcleo de la playa. Después, la playa de Segur, que acompaña todo el frente marítimo de Segur de Calafell. Y, por último, la playa del Estany-Mas Mel, ubicada frente a estos dos barrios.
Además, debes saber que las playas de Calafell se diferencian de las demás por sus propiedades salutíferas, conteniendo hasta cinco veces más yodo que de normal; y por la finura de su arena.
Todas sus playas cuentan con servicio de socorrismo y primeros auxilios; pasarelas adaptadas; duchas y lavapiés; lavabos; juegos infantiles; zona deportiva; y alquiler de hamacas y sombrillas.
No te pierdas ningún rincón de Calafell. Descubre este municipio costero, desplazándote con los servicios de traslado compartido y servicios de traslado privado, económicos y sostenibles, de Shuttle2Sun, desde el aeropuerto de Barcelona, el puerto de Barcelona, el aeropuerto de Reus, e, incluso, desde la estación de tren AVE Camp de Tarragona.
