Tarragona recibe, cada año, la visita de cientos de miles de personas que quieren conocer su historia. Uno de los atractivos turísticos más demandados por los visitantes es su gran patrimonio de época romana, que incluye, entre otros elementos, su anfiteatro. Aun así, la historia de Tarragona ha pasado por muchas más épocas, como es el caso de la Edad Media, la cual también ha dejado una importante huella en las calles de la ciudad.
En esta publicación, te mencionaremos el conjunto arquitectónico de la época medieval que podrás encontrar durante tu estancia en Tarragona. Te recomendamos que te desplaces hasta la ciudad, con los servicios de traslado compartido y servicios de traslado privado, económicos y sostenibles, de Shuttle2Sun, que tienes disponibles desde el aeropuerto de Barcelona, el puerto de Barcelona, el aeropuerto de Reus, el aeropuerto de Girona y la estación de tren AVE Camp de Tarragona.
Tarragona, en la Edad Media
A pesar de que, durante la presencia de los árabes en Tarragona hubo una época de abandono en la ciudad, a partir del siglo XII, se produjo una importante repoblación en la Parte Alta, de la mano del mercenario de Normandía, Robert Bordet, considerado ‘príncipe de Tarragona’, bajo la jurisdicción del obispo de Barcelona y arzobispo de Tarragona, Oleguer Bonestruga.
La situación se complicó con la llegada del nuevo arzobispo Bernat Tort, después de la muerte de Oleguer, a partir del cual se inició un proceso de lucha de poderes entre el normando y los arzobispos siguientes. Hasta que, en el año 1171, la familia de Robert Bordet tuvo que marcharse a Mallorca, y dejar todo en manos del conde de Barcelona y el arzobispo Guillem de Torroja.
Tarragona consiguió consolidarse como ciudad relevante en el territorio, hasta que, en el siglo XIV empezó a sufrir una gran decadencia, provocada, en parte, por la Peste Negra, y, posteriormente, por la guerra civil catalana y el asedio a la ciudad, en el siglo XV.
La muralla
Como Tarragona mantenía el recinto amurallado de la antigua Tarraco romana, solamente tuvo que reparar la muralla existente, adaptándola a la nueva ciudad que se empezó a repoblar, en el siglo XII, con la construcción del Mur Vell.
Todavía puedes observarlo en las calles Ferrers y Enrajolats, así como las torres de Morenes y de Arandes, que formaban parte del recorrido de la muralla.
Posteriormente, se construyó el Mur Nou, también conocido como Muralleta, con el objetivo de ampliar el recinto amurallado, hacia el sur. Actualmente, solo se conserva una parte, entre las bóvedas de San Hermenegildo, así como dos de sus torres, la de las Monjas y la de Tintoré.
La Catedral de Tarragona y otros centros de culto
Uno de los elementos más significativos de la arquitectura medieval en Tarragona es su Catedral, que se alzó en la parte más alta de la colina, entre los siglos XII y XIV, con un estilo que mezcla el románico y el gótico. Destacan, especialmente, el majestuoso rosetón que preside su fachada, así como el retablo mayor, elaborado por el escultor catalán, Pere Johan, entre otras obras de arte. También, su alto campanario, de 70 metros de altura, con un total de 15 campanas. Durante tu visita, también podrás conocer el Claustro de la Catedral, de planta rectangular.
Además, de este templo, podrás visitar otras iglesias y capillas de la época medieval, como las capillas de Sant Pau y Santa Tecla, datadas de los siglos XII y XIII, dos construcciones de menor dimensión, ambas, de forma rectangular. La capilla de Santa Tecla la encontrarás en la calle de les Coques; y la capilla de Sant Pau, en el interior de ‘El Seminari’ Centre Tarraconense, ubicado en la calle de Sant Pau.
Otro de los centros de culto es la Iglesia de Santa Maria del Miracle, ubicada en el interior del anfiteatro romano, la cual, actualmente, está casi totalmente derruida. Así como la iglesia de Sant Llorenç, de estilo gótico, construida en el año 1362.
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El Pla de la Seu y la Casa Balcells
El Pla de la Seu es una plaza situada en la zona más alta de la colina, delante de la fachada principal de la Catedral, y que también acoge diversas edificaciones de época medieval, entre las que destaca la Casa Balcells, actualmente, convertida en un restaurante de comida casera. Este edificio también se conocía como la Casa del Cambrer, al tratarse de la vivienda del camarero de la Sede, segundo cargo del Cabildo de la Catedral.
Castillos medievales
Con la llegada del mercenario Robert Bordet a la ciudad tarraconense, mandó construir el Castillo del Rey, convirtiéndose en residencia de la familia normanda, hasta su posterior exilio, en el 1171, momento en que pasó a ser propiedad de la corona de Aragón. A pesar de que fue parcialmente destruido por el ejército francés en el siglo XIX, todavía se conserva su fachada y parte de su interior.
Por otra parte, encontrarás el Castillo del Paborde, del cual solamente se conserva la Torre del Arzobispo.
La judería
Cabe destacar, además, la presencia de población judía en Tarragona, durante la Edad Media, un hecho que conllevó a que, hoy en día, se conserven algunas calles y arcos de la antigua judería, o Call, un barrio que se encontraba ubicado alrededor de la plaza dels Àngels.
Antiguo Hospital de Santa Tecla
Por último, en la calle de Les Coques, también podrás visitar la fachada del antiguo Hospital de Santa Tecla, fundado en el 1171, por el arzobispo Hug de Cervelló.
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