El arte brilla en todo su esplendor en las calles más emblemáticas de Barcelona, capital catalana que ha visto crecer, a lo largo de los siglos, artistas y arquitectos de renombre, los cuales han dejado una huella impresionante en muchos rincones de la Ciudad Condal, así como en aquellos lugares más desconocidos todavía por gran parte de la población.
Uno de los movimientos artísticos que más han marcado la arquitectura de Barcelona ha sido el Modernismo, también conocido como ‘Art Nouveau’, una corriente creativa de finales del siglo XIX y principios del XX que destaca por querer romper con todos los estilos anteriores, revolucionando los estándares existentes hasta el momento.
En esta publicación, te vamos a hablar de los numerosos edificios que conforman el patrimonio modernista de la Ciudad Condal. Si visitas Barcelona y quieres conocerlos en primera persona, te recomendamos los servicios de traslado compartido y servicios de traslado privado, económicos y sostenibles, de Shuttle2Sun, disponibles desde el aeropuerto de Barcelona, el puerto de Barcelona, el aeropuerto de Reus, el aeropuerto de Girona y la estación de tren AVE Camp de Tarragona.
El ‘Quadrat d’Or’, en L’Eixample, el distrito más destacado
Barcelona, a mediados del siglo XIX, con la industrialización, empezó a experimentar un gran crecimiento demográfico que provocó la necesidad de extender la ciudad más allá de las murallas existentes. El Plan Cerdà fue un proyecto de reforma que cambió, totalmente, el aspecto de Barcelona, con la creación de paseos y calles anchas, en forma de cuadrícula, con jardines, que dividiría las viviendas por manzanas octogonales. Es lo que conocemos actualmente como L’Eixample.
Paralelamente, otro de los acontecimientos que marcaron el crecimiento de Barcelona fue la celebración de la Exposición Universal, en el año 1888, en el parque de la Ciutadella. Este evento marcó un antes y un después en la reputación de la ciudad, convirtiéndola en un icono turístico que ha perdurado a lo largo de los años.
Con este nuevo urbanismo, la burguesía existente competía por construirse el edificio más llamativo y bello del distrito; y, consecuentemente, a lo largo de L’Eixample, se empezaron a edificar casas siguiendo el estilo arquitectónico emergente de la época, el Modernismo. A raíz de ello, aparece el famoso ‘Quadrat d’Or’ (Milla de oro), una zona ubicada entre las calles Aribau y paseo de Sant Joan, en las inmediaciones de Paseo de Gracia, donde se concentran un gran número de joyas modernistas.
En este espacio, destacan, sobre las demás, tres edificaciones que se encuentran en fila, una al lado de la otra, conocidas como la manzana de la discordia: la Casa Lleó i Morera, la Casa Amatller y la Casa Batlló. Pero, primero, conozcamos a sus arquitectos, tres grandes referentes del modernismo catalán.
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Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch y Antoni Gaudí
Si visitas el Paseo de Gracia, justo donde se encuentran estas tres casas que hemos mencionado, entre las calles de Aragón y Consell de Cent, encontrarás centenares de curiosos que disfrutan de las líneas y elementos que conforman sus fachadas. La Casa Lleó i Morera, la Casa Amatller y la Casa Batlló se alzan, a pie de calle, para hacer brillar el modernismo en todo su esplendor. Pero ¿qué sabemos de sus creadores?
La primera en ver la luz fue la Casa Amatller, destinada a la familia Amatller, en el año 1900, obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Su estructura ya estaba creada, y el artista fue el encargado de remodelar, totalmente, su fachada, inspirándose en otros estilos, como el románico y el gótico catalán, y consiguiendo, así, una combinación única, llena de simbolismo.
Seis años más tarde, el arquitecto Lluís Domènech i Montaner remodeló la Casa Lleó i Morera, antiguamente conocida como Casa Rocamora, heredada por Francesca Morera Ortiz, descendiente de una familia de indianos que se había ganado la vida con el comercio de la caña de azúcar, en Puerto Rico. Este edificio familiar destaca por la infinidad de detalles escultóricos que adornan toda su fachada.
Paralelamente a esta última, se produjo la reforma integral de la Casa Batlló, la cual refleja la libertad creativa del reconocido Antoni Gaudí, el mayor modelo a seguir del modernismo catalán, el cual realizó numerosas obras de arte en la Ciudad Condal, como, por ejemplo, la Sagrada Familia, el mayor icono de Barcelona; La Pedrera o Casa Milà; el Palacio Güell; el Park Güell; la Casa Vicens; el Colegio de las Teresianas; la Casa Calvet y la Torre Bellesguard, entre otras.
Puedes leer más información sobre las edificaciones de este famoso arquitecto, en nuestro artículo “Antoni Gaudí: Todas las obras que puedes visitar en Barcelona”.
El Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y el Palau de la Música Catalana
Otro de los edificios que merecen un hueco en nuestra publicación es el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, obra de Lluís Domènech i Montaner, en los años 30, declarada como Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Esta propuesta arquitectónica, formada por diferentes pabellones, tenía como objetivo crear un recinto con capacidad para poder atender hasta 1.000 enfermos, y ofrecer un espacio tranquilo y agradable, gracias a los jardines que complementaban esta pequeña ciudad, como medida terapéutica.
Por otro lado, debemos mencionar otra joya modernista exuberante, el Palau de la Música Catalana, sede del Orfeó Català, edificado durante la primera década del siglo XX, también por el arquitecto Domènech i Montaner. Su fachada incluye la escultura “La cançó popular catalana”, obra del catalán Miquel Blay i Fàbregas, la cual representa el pueblo catalán y la música tradicional.
Otros edificios que merecen ser visitados
Barcelona es la ciudad que alberga más edificios de estilo modernista en el listado del Patrimonio Mundial. Aparte de todas las obras que hemos citado, cabe mencionar, también, otras de ellas, como la Antiga Fàbrica Casaramona, donde se encuentra el CaixaFòrum; el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC); el Museo del Modernismo Catalán. Además de la Casa de les Punxes; las Casas Cabot; la Casa Pia Batlló; la Casa Enric Batlló; la Casa Serra; la Casa Sayrach; la Casa Fuster; la Casa Comalat; el Palau del Baró de Quadras; la Casa Thomas; el Palau Montaner y el Castell dels Tres Dragons, entre muchos otros espacios.
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